miércoles, 7 de noviembre de 2012

EEUU y Francia: esa eterna rivalidad cultural


Con motivo de ver la película francesa “Intocable”, cuyo título original es “Intouchables” pero traída al mercado venezolano con el nombre de “Amigos para siempre”, sencillamente resumo mi experiencia de que se trata de otra clase de film, lo que amo, el dinamismo, la oda la vida.

Pero este asunto de hacer arte es más egoísta que macho alfa negando comida al resto de la manada. Varios críticos expresaron que la construcción del film era esencialmente hollywoodense.

Olivier Nakache y Eric Toledano hacen una dupla interesante al escribir y dirigir a dos manos la película “Intocable”, cuya historia es resumida así: Philippe, un aristócrata que se ha quedado tetrapléjico a causa de un accidente de parapente, contrata como cuidador a domicilio a Driss, un inmigrante de un barrio marginal recién salido de la cárcel. Aunque, a primera vista, no parece la persona más indicada, los dos acaban logrando que convivan Vivaldi y Earth Wind and Fire, la elocuencia y la hilaridad, los trajes de etiqueta y el chándal. Dos mundos enfrentados que, poco a poco, congenian hasta forjar una amistad tan disparatada, divertida y sólida como inesperada, una relación única en su especie de la que saltan chispas. (FILMAFFINITY)

Dicha película, basada en una historia real, es obvio que traiga consigo una cierta exageración de lo real, ese veneno delicioso que trae todo arte, en este caso el séptimo arte. Para que vean que no exagero aquí dejo algunas de las expresiones de los críticos.

"Una película para público de multisalas, ávido de mensajes edificantes" (Sergi Sánchez: Diario La Razón)

"Oda al público medio. (...) Hollywood no podrá hacer una nueva versión de 'Intocable'. Mentira, la hará, pero será imposible hollywoodearla más" (Javier Ocaña: Diario El País)

Y yo me pregunto, ¿es que acaso todo el cine que ha hecho Estados Unidos es tan basura para desecharlo?, ¿acaso el cine francés posee eternamente la etiqueta de ser perfecto por haber sido la génesis?. En todo caso lo que se debería revisar es tanto el uso de los avances tecnológicos como las historias desarrolladas. Lo que es innegable es que al toparse con una película como esta uno sale revitalizado, amando la vida, entendiendo que las diferencias no nos separan sino que nos hacen particulares, que esas diferencias son para disfrutarlas, que la compasión no es suficiente, que la gallardía está allí como el recurso para ser feliz. Total, ¡la vida es una sola!

De mi parte puedo decir que la historia de este film está sabrosa, los personajes magistralmente construidos para amarlos y comprenderlos, que nos muestra la maestría actoral de François Cluzet como el millonario cuadrapléjico y Omar Sy como el inmigrante asistente. A fin de cuentas, ¿qué buscan en una película?, eso es lo que define las preferencias del público y los diferencia. Si lo que quieres es reír y salir con un sabor divino en el alma entonces para ti es este film francés.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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