martes, 14 de septiembre de 2010

Cuando el teatro traspasa el entretenimiento



Estas dos últimas semanas he tenido el agrado de mirar dos obras de teatro que recomiendo absolutamente, le coloco cinco estrellas en calidad a cada una. La primera de ella es “Manteca”, la cual se está presentando en el Laboratorio Teatral Anna Julia Rojas, los días martes, miércoles y jueves a las 7:00 pm, con una entrada económica de 20 bs.

Ustedes preguntarán por qué recomiendo “Manteca”: Primero por la historia, porque el dramaturgo cubano Pedro Alberto Torriente logra, de manera inteligente, dibujar el conflicto de intereses cuando política y familia se ponen en una balanza, rescatando la importancia de valorar los lazos. Segundo por la dirección, un joven de postura humilde y cordial como es Morris Merentes le hace una lectura naturalista a la obra y un uso preciso de la iluminación para transmitir emociones junto a las acciones de los personajes. Por las actuaciones también, Ernesto Montero, Jesús Delgado y Varinia Arráiz logran darle vida, de manera pulcra, a los tres hermanos que se debaten entre sus posturas política y la unión familiar.

“Manteca” es un logro del grupo Teatro K Producciones y el Grupo Teatral Emergente de Caracas, grupos nacientes que están marcando pasos sobre las tablas. Como actriz naciente y soñadora de las escenas sentí un orgullo inmenso ver que un grupo con escaso tiempo de haber surgido haya hecho un trabajo limpio, tan digno de un teatro que invita a pensar, son esos grupos que quieren dejar una huella en las artes escénicas venezolanas y que merecen todo el apoyo de nosotros como paisanos que vivimos y sentimos en las entrañas a esta patria. Esta pieza estará en temporada hasta el jueves 30 de Septiembre.

“Los jóvenes estamos ahora en un proceso que no somos amateurs pero tampoco somos profesionales para estar en una sala, así nos catalogan aunque no nos sentimos así.”, expresó Merentes para la agencia de noticias AVN.

La otra obra que quiero recomendar es “Promoción Honor a mis Padres” de Elio Palencia que se estrenó en Rajatabla este viernes 10 de Septiembre. Dirán que la recomiendo porque es un montaje de Rajatabla, está bien, cierto, pero también hay que agregarle que esta obra es una excelente reflexión que lanza el dramaturgo venezolano a través de la mirada que hace un grupo de jóvenes hacia el futuro.

¿Quién no se ha preguntado qué será en el futuro?, ¿quién no ha deseado no repetir los errores de sus padres?, y esa es la gran duda que reflejan estos jóvenes que celebran su graduación de bachilleres del liceo Símbolos Patrios, en el pueblo de Río Guarura. Es una historia con lo sabroso de lo coloquial, lo trágico del miedo y la alegría de la esperanza, cuyo desenlace es una mirada apolítica de nuestra sociedad y un despertar de la corresponsabilidad.

“Promoción Honor a mis Padres” se estará presentando en la sala Rajatabla, los días jueves, viernes y sábados a las 8:00 pm, y los domingos a las 6:00 pm, hasta el domingo 03 de Octubre, a 30 bs la entrada.

¿Quién dijo que no se hace buen teatro en Venezuela?, ¿quién dudaba que de todavía haya intelectuales capaces de dar una lectura al país como Elio Palencia?

sábado, 11 de septiembre de 2010

Letras Casquivanas (II)

He aquí las razones por las cuales los comunicadores sociales venezolanos sufren de letras casquivanas:

El comunicador o comunicadora social en su etapa de estudiante universitario es un pela bola, término criollo usado para denominar a aquellas personas que pasan la mayor parte del tiempo con los bolsillo vacíos, y claro, todo se explica porque es un estudiante, un mantenido, una molécula del “consumismo” que exige inversión en su educación.

En la segunda etapa este comunicador o comunicadora social se puede convertir en un pasante en un medio de comunicación, un aprendiz, alguien que traspasa el muro del recinto universitario para desmontar la teoría de lo aprendido y a enfrentarse con el día a día de la profesión. Y claro, sigue siendo un pela bola, porque “no tiene experiencia” y por ende “nada que aportar”.

El comunicador o comunicadora social al egresar de la universidad, con su título que lo acredita con “Profesional” debe aceptar la oferta de salario que esté al alcance de periódico o televisión, es que como “no tiene experiencia”, y por ende “nada que aportar,” no es mucho lo que puede exigir a sus patronos.

Cuando el comunicador o comunicadora social trabaja en un periódico o canal de televisión escucha de los beneficios que reciben sus colegas que trabajan en el área de periodismo institucional, entonces pasa días y meses soñando contar con tales regalos laborales.

El comunicador o comunicadora social cuando finalmente logra trabajar en el área de periodismo institucional se encuentra devengando lo mismo que cuando trabajaba en el periódico o canal de televisión, y claro, es porque “no tiene experiencia” en el área. De repente escucha rumores, ¿pagaron o no pagaron el bono?, y cuando esas palabras truenan como eco en los pasillos de la institución su mirada se asemeja a las aves de rapiña.

El panorama es más alentador si el comunicador o comunicadora social cuenta con un equipo de trabajo de quienes aprenda, es el estado ideal de las cosas. En cambio, lo más común es encontrarse con correctores de estilos de ojos ponzoñosos. Cuando revisan tu texto te miran con cara de “chiiama no entiendo esta vaina”, y mientras, te hablan en un acento de “yo me sé esta vaina mejor que tú”, pero para no hacer el intríngulis de la gramática relativa según cada cabeza es preferible que el comunicador o comunicadora social no pregunte al corrector cuál fue el último libro que leyó.

Y así, observo como este “profesional” cae en el peor infierno de la pendejadez, si, claro, es que como ese comunicador o comunicadora social no tiene un programa en televisión, ni un programa de radio, ni es columnista en un periódico pues su palabra es semejante al adjetivo “pendejo”.

Mientras tanto, creo que tomaré la decisión de sacar de mi gaveta las medias negra de mallas, esa que está de moda y que me compré para una obra de teatro, y con mi mini falda negra ¡listo!, a la avenida Libertador. Si me quedo en mi cuarto con mis libros seguiría sufriendo de letras casquivanas.

Por qué The Revenant no fue para el público venezolano

The Revenant comienza con hermosos paneos del paisaje frío e inhóspito donde se desarrolla la historia del film. Ahí está la chica en su ...