miércoles, 28 de diciembre de 2011

¡Salud 2011!

Después de unas semanas intensa de trabajo normal y trabajo artístico ya se me vino encima el cierre de año, y me pregunto por qué el tiempo siempre anda apurado, así como camina la gente en Caracas.

Finalmente a mediados de diciembre estrenamos la obra “La Mosca Dorada” en la sala Rajatabla, lo que sería la primera etapa de la obra y nuestro proyecto de graduación de la promoción XXI de actores que nuevamente lanza a la calle la más antigua de las agrupaciones de teatro venezolana.

Es el cierre de un ciclo para mí, de dos años de intenso trajinar entre el aprendizaje y el hacer, de conocer varios estilos en cada uno de los monitores, y escribo esto sin creerme todavía el hecho de que prácticamente soy actriz graduada, lo que siempre quise y donde siempre soñé.

“La Mosca Dorada” es un texto compuesto a partir de los planteamientos dramáticos originales de Eugene Ionesco. Es difícil clasificarlo porque aunque se pinta de teatro del absurdo, a veces el texto tiene algo de psicológico y hay un acercamiento al teatro de la crueldad en su representación. Nuevamente la presentaremos para las dos semanas finales de enero del 2012.

Aparte de lo divino de disfrutar el hecho creativo, es también haber compartido con mi familia que vino, mi madre hasta soltó unas lagrimitas cuando veía la obra, y que a mi novio le haya gustado también significa un éxito para mí.

Este año ha sido el que más he disfrutado de Caracas y su vida artística, he visto más obras de teatro y más películas, obviamente mi número de libros leídos no ha incrementado, pero tampoco ha bajado. También fue un año donde pudimos en conjunto, un grupo de amigos, perder el miedo a lanzarnos con un proyecto teatral propio como fue con la obra “Uniforme Escolar”, comprobamos que se pueden hacer cosas desde personas desconocidas y demostrar que hay material para dar.

Me mantengo alerta ante las ideas que tengo volando en mi cabeza, espero que se mantengan y poder materializarlas el año que viene. Por los momentos la palabra que debe predominar en mi accionar del 2012 es “Ahorro”, hasta ser mezquina conmigo misma en cuanto a los libros, el objetivo vale la pena el sacrificio.

martes, 6 de diciembre de 2011

La deuda del arte en Venezuela

El día a día es uno de los mayores nutrientes de los escritores, y qué delicia cuando el escritor se deja llevar por esos personajes que surgen de su cotidianidad, es como ponerle un toque de alcaparra cuando se cocina un arroz con pollo.

En el año 1992 nadie se imaginó que el secreto para el éxito de una telenovela fuera darle ese toquecito de alcaparra que conectara a la gente con el sabor de lo suyo. Y fue entonces cuando RCTV apostó por un malcriado dramaturgo como era Ibsen Martínez y un culebrón político como fue “Por Estas Calles”, y el público tuvo la oportunidad de ver la chispa de un escritor a través de un inolvidable personaje Eudomar Santos, escenificado por Franklin Virgüez.

Ibsen era como el chico rebelde en silencio, incomprendido, dando pataletas a los diferentes jefes de dramáticos tanto de Venevisión como RCTV, pero que siempre lograba su cometido. O tal vez era una especie de estrategia maquiavélica donde esperaba el momento indicado para dar a conocer su postura como ciudadano. Porque “Por Estas Calles” sin duda era decir en qué bando se jugaba y por qué, era lanzar un tendedero con los trapos más sucios y mostrar la fragilidad de un país.

Casi 10 años después Ibsen rescata a Eudomar Santos, ese malandro ingenuo, mal hablado, pero con su sabiduría particular y picaresca y lo trae con la obra de teatro “Como vayan viniendo”. El título es el resumen de esa frase que pegó en aquel entonces: “Como vaya viniendo, vamos viendo”. Allí describe claramente una sociedad amante de la improvisación y de los resuelves, una nación que no piensa en el futuro sino que se limita al presente inmediato. Eudomar era ese tonto pendejo, aquel que siempre se la quiere dar de vivo pero termina fuñío, aquel que votó por el gocho en 1988 para que le dieran un trabajo y se quedó esperándolo.

¿Luego de esos 10 años qué sería de la vida de Eudomar?, allí está la gran respuesta en la obra de teatro que trae Martínez en especie de Talk Show con monólogo, y sin duda el mejor trabajo que he visto contra el continuo Alzheimer de los venezolanos.

De seguro para algunos la obra resultaría demasiado política, pero les confieso que hasta lágrimas vi en el público, justo en el momento Franklin Virgüez hace gala de su energía como actor y aprovecha el parlamento para hacer la mayor catarsis en decir lo que muchos callan.

Aquí corroboré que el arte no puede ser complaciente, el arte debe abrir conciencias, ser un espacio de debate, ser corrosiva a veces si es necesario, inclusive generar una bomba en el corazón del público que los deje batiéndose con sus remordimientos hasta ponerlos en orden.

“El personaje más querido en la telenovela era el hombre de la etiqueta, un policía que actuaba fuera del marco de la ley, la gente apoyaba a un personaje que actuaba fuera del marco de la ley”, dice Virgüez en un tono asombrado, y es cierto, hasta yo lo confieso, lo cual sirvió para demostrar que desde aquel entonces los venezolanos no creían en el sistema judicial.

Es asombroso, para mí, como una obra puede generar tantos sentimientos sin tener mucha marcación de movimiento, un diseño de iluminación sencillo y sin escenografía, era solamente la palabra desnudando lo que somos.

La obra tenía tanta mordacidad y sarcasmo contra la falta de memoria del venezolano que sin duda recordé a Cabrujas. Para mí Ibsen Martínez es el pupilo de José Ignacio Cabrujas, su heredero, y esto lo sentí desde sus artículos de opinión, y lo corroboré con los trabajos que divinamente ha entregado al público del teatro este año comenzando con “Petroleros Suicidas”, que también la recomiendo.

Si la gente esperaba una segunda parte de “Por Estas Calles” esta obra “Como vaya viniendo” es sin duda su continuación, y la mejor muestra de que Martínez sabe que el arte no se trata de enlatado sino un desnatado cerebral. Tu deuda está pagada Ibsen.

Por qué The Revenant no fue para el público venezolano

The Revenant comienza con hermosos paneos del paisaje frío e inhóspito donde se desarrolla la historia del film. Ahí está la chica en su ...