En un post anterior mencioné que el cine en sus comienzos se alimentó del teatro, y este último es también literatura. Saltaré el punto de la discusión del nexo entre el libreto teatral y la literatura, para entonces dar paso a otro alimento del cine, las bellas letras, la literatura.
A estas alturas han sido muchas las novelas y relatos llevados a la gran pantalla, de diferentes latitudes, y esto seguirá ocurriendo. Pero lo que me inquieta es determinar cuándo se trata de una buena adaptación y cuándo no. ¿Hay acaso una regla para llevar a cabo este proceso?
La frase más común entre los espectadores es “Nunca una película igualará a la emoción de un libro”, y entonces nos limitamos a creer que el cine nunca recreará, aunque sea el 80 por ciento, la imaginación del lector, o inclusive superarla. Sin embargo, todavía los jóvenes de bachillerato cuando les mandan a leer “La casa de los espíritus” prefieren ver la película, y no con orgullo debo confesar que cometí ese pecado.
Comenzó mi aventura. Había una historia épica de elfos, hobbits, y enanos, y la película resultó de una belleza inimaginable en su logro al recrear la historia original que estoy segura que la calavera de J.R. Tolkien, autor de la trilogía “El señor de los anillos”, sonreía con placer. Entonces llegué a pensar que si es posible una buena adaptación que respete la esencia de un libro.
Segunda etapa. Un relato que asume el olfato como el narrador. Una orgía en una plaza que se me hacía difícil imaginarlo llevada al cine, pero que magistralmente fue una poesía visual, para luego dejar un aire de decepción con la escena final, tan desligada de la crudeza de la novela, carente de ese aire de venganza animal que había en “El Perfume”, novela de Patrick Suskind. Pero salvo ese final, una muerte simple y escueta que no rozó siquiera lo fuerte de la descripción original, el resto de la película no tiene perdida y mantiene la idea del autor.
Tercer encuentro. Un escritor secuestrado y atormentado por una enfermera con desorden mental. Y para hacer notar el respeto que le tengo a esta novela “Misery” de Stephen King, traigo a colación un extracto que me parece que encierra la esencia de la historia y es, a mí parecer, una de las mejores descripciones que he leído en la literatura hasta el momento:
“El dolor latía en sus piernas y le apretaba el escroto como una argolla de acero. Se había palpado la zona y le parecía que la pelvis estaba intacta, aunque tenía una sensación extraña. De las rodillas para abajo, tenía la impresión de que estaba entero; pero no quería mirar. A través de la ropa de la cama podía ver las formas abultadas y retorcidas. Eso era suficiente.”
Apenas terminé con la novela me puse a ver la película. La decepción fue grande. Hubiese sido preferible torturarme nuevamente con Matrix 3 en el cine, llenando mi boca de cotufas como cerda de neuronas flojas. Lo único que me mantuvo firme en terminar de ver la película fue el trabajo actoral de Kathy Bates como la enfermera desquiciada Annie Wilkes. Del resto hubo detalles que más allá de omitirlo por factor tiempo, le restaron ese aire de terror psicológico que construyó Stephen King.
En primer lugar el autor parte con la descripción del asco que Annie producía en el escritor Paul, esto se olvidó, ni siquiera hubo un acercamiento a este detalle importante. Por otro lado, la enfermera no le partía los pies al escritor, le cortaba el izquierdo como amenaza. Y no creo que el factor desarrollo tecnológico (la película fue hecha en 1990) haya impedido hacer una especie de efecto, o dar a entender en una imagen al público lo que había hecho Annie. Luego, no fue un solo policía que estaba trabajando en la búsqueda del escritor desaparecido, sino que en la historia aparece un policía que está trabajando en la búsqueda de Paul, pero que fallece en manos de la enfermera desequilibrada, y luego aparecen dos buscando tanto al policía desaparecido como al escritor, en la película se limitaron a un solo sargento y con un suceso, entre otros detalles que cambiaron, restándole fuerza al trabajo de S. King.
Tras esta decepción, recientemente hubo algo que me cautivó. La novela “Orgullo y prejuicio” de Jean Austen, cuyo aire femenino relata los conflictos de las familias de clase alta de la Gran Bretaña del siglo XVII, sin duda llega al corazón de las mujeres, y con un uso inteligente del sarcasmo. Al toparme con la película pasó un fenómeno distinto, el movimiento de la cámara le dio otro aire a la historia, convirtiendo al film en un relato más interesante que la novela per se. Salvo el detalle, de que no sé porqué necedad lo alteraron, cuando Elizabeth se entera de la huida de su hermana al primero al que se lo informa es a Darcy, en cambio en la película mostraban a ella acompañada de sus tíos y de Dary en ese justo momento.
¿Directores necios?, ¿resta de detalles para ganar tiempo?, ¿falta de revisión de la historia original?, ¿ganas del director de vanagloriarse diciendo que esa fue su visión de la novela?, no sé, pero tal parece que mejorando o empeorando el relato original, casi nunca la película perseguirá la fidelidad del relato original. Seguiré viendo adaptaciones, si encuentro una que cambie el panorama lo informaré.
2 comentarios:
Katirita, le recomiendo la novela de Elfriede Jelinek "La Pianista" y ver la versión fílmica de Michael Haneke. La protagonista la interpreta, según mi pobre opinión, la mejor actriz del mundo: Isabelle Huppert.
Y claro ¿por qué no? leer y ver "El Padrino" de Puzo y de Coppola.
hola a todos:
novelas se han adaptado en una película de cine, pero pocas películas que se ajustan con fidelidad con el mundo imaginario de la novela y el novelista punto de vista, por ejemplo en el mundo árabe no es el novelista Naguib Mahfouz, y yo leer su libro en árabe y cuando vi las películas que están lejos de ser fiel a la imagen y la visión del novelista, me pregunto que scenarsite quien adaptó la novela "un solutide cien años" en el cine;
Creo que el escritor tiene una visión para tener éxito y trabajo ideológico de adaptación debe consultar con el novelista de encontrar en su visión;
para la película "Misery" Creo que el autor juega con el commme elementos psicológicos: el terror, el miedo, suspenso, y la locura se trata de un caso de psicosis individuales
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