No me digan que José Ignacio Cabrujas está muerto, porque mientras exista en este país un grupo teatral que siga escenificando sus obras entonces será letra viva, letra donde la sangre recorre, un grito que se deja colar en la conciencia de cada uno de los hijos de esta tierra de Bolívar.
¿Pero somos hijos de Bolívar, o producto de un proyecto cuya envergadura no imaginaba Cristóbal Colón?, ¿qué pasa con nuestra identidad subyugada que se impide a si misma volver al pasado para entender el presente?
Entonces en Caracas el Grupo Actoral 80 mantiene viva la palabra de Cabrujas a través de su obra “Acto Cultural”, donde el pueblo de San Rafael de Ejido es testigo de una obra que escenificará la Sociedad Louis Pasteur para el Fomento de las Artes, las Ciencias y las Industrias.
En esta sociedad es Amadeo Mier quien toma la batuta luego de escribir la obra “Colón, Cristóbal, el genovés alucinado”, otra forma donde el insigne dramaturgo venezolano hace gala de su sarcasmo, característica que siempre fue evidente en sus escritos.
Aquí Cabrujas juega con el estilo del teatro dentro del teatro, y se aprovecha de esa forma artística para mostrar los enredos de unos personajes que confunden lo que escenifican con lo que acontece en sus vidas privadas, mirando siempre al pasado con dolor. A veces hablan como los personajes que están representando, y de repente sueltan expresiones que corresponde a ellos mismos, de lo que son, de lo que soñaron y no resultó.
Cabrujas tenía la maña de mostrar la vida privada de sus personajes, incluso los históricos, ese lado humano que se desconoce, atribuyéndose el derecho de construir una sátira de los mismos reyes de España cuando llega Cristóbal Colón a pedirles apoyo para viajar hacia el continente desconocido. Eso es “Acto Cultural”, una sátira de nuestra historia y de lo somos ahora.
Este dramaturgo tomó como base de sus obras la historia de Venezuela, lo que podría llamarse una dramaturgia política-histórica inspirado por Bertolt Bretcht, para luego confundirse con el día a día de sus personajes cotidianos haciéndose eco del estilo absurdo de Eugene Ionesco. En mi visión personal, Cabrujas fue una versión mejorada del teatro del absurdo de Ionesco.
En “Acto Cultural” Amadeo Mier toma vida de la mano del actor Juvel Vielma, mejor recordado como Boves en la película “Taita Boves”, dándole una fuerza inimaginada, con una voz de león que a veces ruge y en otras hace una expresión de dolor, acompañado de un excelente elenco como son: Melissa Wolf, Samanta Castillo, Angélica Arteaga, Daniel Rodríguez y Juan Vicente Pérez.
Recuerdo que cuando comencé a estudiar teatro me causaba ruido auditivo y visual la forma exagerada con que se expresaban algunos actores al entrar en escena. Sin embargo, esa característica expresiva encaja perfectamente con esta obra, es una expresión muy teatral que rescata asertivamente Héctor Manrique en la dirección de “Acto Cultural”, donde cada uno de los actores sacan la mayor energía de sí para brindarle la fuerza que requiere las palabras expuestas por Cabrujas.
Cabe destacar que la dramaturgia de Cabrujas sólo permite jugar con un teatro de texto, donde la palabra es el ángulo y hueso del montaje, donde el exceso de recursos visuales le quitaría la magia al manejo de un lenguaje cargado de ironías, y es también por esta razón que la actuación sumamente teatral le imprime el sabor que requiere esta obra.
Si eres venezolano y no entiendes el terreno sobre el cual vives entonces no dejes de ver “Acto Cultural”, en el Espacio Plural del Trasnocho, donde estará nuevamente a partir del 04 de junio.
PD: Foto de Nicola Rocco, tomada de la página del Grupo Actoral 80
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